Dramaturgos Peruanos






Julio Ramón Ribeyro
(Lima, 1929 - 1994) Escritor peruano, figura destacada de la llamada Generación del 50 y uno de los mejores cuentistas de la literatura hispanoamericana del siglo XX.
Realizó sus estudios escolares en el Colegio Champagnat de Lima, para posteriormente ingresar a la Universidad Católica del Perú (1946), donde siguió estudios de Letras y Derecho. Abandonó los estudios jurídicos en 1952, cuando se encontraba en el último año de la carrera, al recibir una beca para estudiar periodismo en Madrid, adonde se trasladó en noviembre del mismo año.
En julio de 1953, y después de ganar un concurso de cuentos convocado por el Instituto de Cultura Hispánica, viajó a París para preparar una tesis sobre literatura francesa en la Universidad La Sorbona, pero de nuevo decidió abandonar los estudios y permanecer en Europa realizando trabajos eventuales, y alternando su estancia en Francia con breves temporadas en Alemania (1955-56, 1957-58) y Bélgica (1957).

CONFUSION EN LA PREFECTURA
JULIO RAMON RIBEYRO
FARSA EN UN ACTO
La acción transcurre en la prefectura de un alejado pueblo de provincia. Oficina modesta con un mapa del Perú, un escritorio, una silla, un viejo sillón, un radio antiguo. Una puerta se encuentra a la izquierda que da la calle. Al levantarse el telón el prefecto se encuentra sentado ante su escritorio, bostezando. Lleva un saco de pijama grueso amarrado a la cintura con un cordón.
Personajes:
EL PREFECTO- Juan Sandia, 40 a 50 años, calvicie acusada, bigotillo con las puntas ligeramente levantada, nariz rojiza.
EL GOBERNADOR- Jaime Toro, mestizo de 30 a 35 años, sombrero blanco y poncho de vicuña.
EL ALCALDE- 45 a 55 años, gordo, traje negro de pana con chaleco y cadena de reloj.
ACTO UNICO
PREFECTO- (SOLO) ¡Ah, que descansada vida se lleva en estos pueblos! Buen clima, buena leche, buena carne. De vez en cuando una reunión donde el alcalde, otra donde el señor cura, un discurso por aquí, una subversión por allá. Esto sería el mismo cielo sino quedara tan lejos de Lima ¡Y sobre todo los regalitos! Regalitos de los hacendados y, también hay que decirlo, de algunos indígenas, un carnerito por aquí, una bombita por allá…
GOBERNADOR- (ENTRANDO A LA CARRERA) ¡Señor prefecto! (SE AHOGA) ¡Señor prefecto!
PREFECTO- (SE PONE DE PIE) ¿Qué sucede? ¡Hable usted, señor gobernador!
GOBERNADOR- ¡Han derrocado al gobierno! ¡Acabo de oírlo en la radio del bar Bacará, donde tomaba desayuno!
PREFECTO- ¡Imposible!
GOBERNADOR- Se lo juro! Sucedió anoche… es decir, esta madrugada.
PREFECTO- ¿Y cómo se han atrevido? Si nuestro presidente hace un año que está en el poder. (RECITANDO) Es más, anda por la senda del progreso… La economía postrada se rehabilita… La agricultura reverdece (SEÑALA EL MAPA) en todos los valles de la patria… (REACCIONANDO). Pero, ¿Está usted seguro de lo que dice?
GOBERNADOR- (SEÑALANDO EL RADIO) Encienda usted el aparato. Están dando el noticiario.
PREFECTO- (DITIGIENDOSE A LA RADIO) Debe ser una falsa alarma, propagada por algunos de esos elementos disolventes interesados en sembrar la confusión… (ENCIENDE EL RADIO Y SE ESCUCHA EL FINAL DE UNA MARCHA MILITAR).
LOCUTOR- ¡ÚLTIMAS NOTICIAS! El señor presidente Héctor Verdoso dimitió esta madrugada de sus funciones para evitar efusión de sangre. El golpe de estado, fue dado por el general Camilo Chumpitaz al frente de la división blindada.
GOBERNADOR- Exactamente. Eso es lo que había escuchado.
PREFECTO- (COGIENDOSE LA CABEZA) ¡Y solo tengo seis meses de prefecto! (INCREDULO). No, no y no. No lo creo. ¡No lo creo, señor gobernador!
GOBERNADOR- Pero escuche usted.
LOCUTOR- A las cuatro de la madrugada, sin que nada lo dejara prever, una columna blindada llego ante el Palacio de Gobierno y después de una breve escaramuza con la escolta de guardia…
(RUIDO EN LA RADIO, LA EMISION SE INTERRUMPE).
PREFECTO- ¿Qué pasa? Sintonice usted bien. (SIGUEN LOS RUIDOS).
GOBERNADOR- (MUEVE LOS BOTONES) No se escucha nada… Se debe haber perdido la onda. (LOS RUIDOS CESAN)
PREFECTO- (PREOCUPADO) ¡La onda, la onda… Nuestro ilustre mandatario, don Héctor Verdoso, un verdadero patricio, derrocado… y ¿por quién además? Por un, por un…
GOBERNADOR- Ya lo oyó usted: por el general Camilo Chumpitaz.
PREFECTO- ¿Chumpitaz? ¡Hay tantos generales, Santo Dios! ¿Qué Chumpitaz será este? ¿El antiguo ministro de gobierno?
GOBERNADOR- El mismo.
PREFECTO- ¡Ejem! lo conozco… es decir, lo vi una vez en palacio. Debo reconocer que es un militar de… de prestigio, con una limpia foja de servicios en los anales patrios… ¡Ejem! Pero, dadas las circunstancias, es inadmisible que se haya atrevido.
GOBERNADOR- Por lo que pude oír en el Bacará, que “el país estaba en el caos”
PREFECTO- Vaya, eso es una exageración… Claro, que si uno mira las cosas con cierta objetividad, todo no marchaba muy bien, hay que reconocerlo. Había un déficit por aquí, una pequeña inflación por allá… El presidente Héctor Verdoso hacia lo que podía, pero…
GOBERNADOR- (ANTICIPANDOSE) ¡Pero carecía de carácter…! ¿No es eso señor prefecto? En confianza le diré que yo no tenía mucha fe en su buen gobierno.
PREFECTO- (CONVENCIDO) ¡Usted lo ha dicho! Eso es también lo que yo sentía a veces: falta de confianza, no se algo como una corazonada que me decía: “no te fíes mucho de ese Verdoso”
GOBERNADOR- En cambio, lo que el país necesita, pensaba yo, es un hombre de carácter…
PREFECTO- (COMPLETANDO) Diga más bien, de orden y rectitud. Un militar, para decirlo sin rodeos. Un hombre de temple, de disciplina… como el ilustre general Chumpitaz, para poner un ejemplo…
GOBERNADOR- Completamente de acuerdo.
PREFECTO- Si, querido señor gobernador. Eso tenía que suceder. Cuando el país cae en el caos, es necesario que alguien intervenga para poner orden, para restablecer las libertades amenazadas, para garantizar el ejercicio de los derechos… Creo que no debemos perder tiempo. En el acto hay que manifestar nuestra adhesión al nuevo gobierno. Fíjese, corra usted a la oficina de correos y ponga rápido un telegrama…
GOBERNADOR- ¿En qué términos?
PREFECTO- Espere usted. (SE COGE LA CABEZA) ¡Que lio, Dios mío, y tan temprano! Aún no he tenido tiempo de quitarme (SEÑALA SU PIJAMA) EL “ROBE DE CHAMBRE”. (AL GOBERNADOR). Diga usted: “Felicitaciones brillante paladín democracia. Stop. Valiente actitud derrocar Gobierno incapaz. Stop… Bueno, etcétera, algo dentro del estilo. Firmado Juan Sandia, Prefecto de Huanta y Jaime Toro Gobernador…” ¡Pero, vaya usted, apúrese! (EL GOBERNADOR SE PONE SU SOMBRERO Y SALE CORRIENDO). ¡Uf, que problema! Hacerme esto a mí que estoy solo seis meses aquí. No se lo perdonare nunca a ese vil Verdoso. Y cuando subió a la presidencia me dijo: “Querido Sandia, tiene usted para cinco años de prefecto, en el pueblo que usted elija”. ¡Qué falta de garantías!
ALCALDE- (ENTRA RESOLLANDO) ¿Es cierto, señor, que nuestro ilustre presidente Héctor Verdoso ha sido expulsado del palacio?
PREFECTO- (COLERICO) ¿Qué es eso de ilustre señor Verdoso? ¡Verdoso a secas, señor alcalde!... Sí, es cierto. Un valeroso militar, harto de las tropelías de este civil incapaz, resolvió anoche dar un ejemplo de civismo a la nación y le arrebato el mandato que injustamente desempeñaba.
ALCALDE- ¿Y quién es ese militar?
PREFECTO- ¡Tenga usted un poco de respeto! Diga “ese representante de las fuerzas armadas”. Es el general Camilo Chumpitaz.
ALCALDE- (DUBITATIVO) ¿Chumpitaz?
PREFECTO- ¡Que! ¿No lo conoce? ¿Es posible que no conozca al general Chumpitaz? Un hombre brillante, uno de esos paladines que han heredado y que encarna la tradición…
LOCUTOR- (PRECIPITADAMENTE). ¡Radio Nacional! reanuda su emisión interrumpida por causas ajenas a nuestra voluntad. Le pedimos disculpa por el incidente, pero nuevamente en el aire al servicio de la ciudadanía.
PREFECTO- Oiga usted. Entérese de lo que pasa.
LOCUTOR- Nos vemos obligados a rectificar nuestra información dada hace unos minutos. El servicio de información del palacio nos comunica que el presidente Héctor Verdoso no ha dimitido, sino que después de un animado debate con el general Camilo Chumpitaz convenció a este último a desistir de su tentativa de tomar el poder.
PREFECTO- ¿Eh?
LOCUTOR- En consecuencia, el mandato legítimamente elegido continúa desempeñando la máxima magistratura.
PREFECTO- (FUERA DE SI) ¡Dios! ¡Corra, corra, vuele señor alcalde! ¡Apúrese!
ALCALDE- ¡Pero no entiendo nada! ¿Y el ilustre general Camilo Chumpitaz.
PREFECTO- ¡No lo conozco! ¡No lo conoce nadie! ¡Aquí no hay ningún general ilustre! ¡Corra detrás del gobernador que debe estar llegando al correo y dígale que no ponga el telegrama!
ALCALDE- (SIN ENTENDER) ¿Telegrama?
PREFECTO- (EMPUJANDOLOHACIA LA PUERTA) ¡Vamos de una vez! (SALE EL ALCALDE) ¡Uf, que historia! (EL PREFECTO SE ABANICA CON SU PAÑUELO). Si no lo agarra antes que despache la adhesión… Eso te pasa por… Pero en fin, hacerme esto a mí, Juan Sandia, con veinte años al servicio a la nación en las prefecturas de Cuzco, Puno, Arequipa, Nazca, Ayabaca, Huánuco, Andamarca, Quillabamba, Satipo, Iquitos y (PARA DE CONTAR)… ¡Sin haber cumplido seis meses en Huanta! Y cuanto no he tenido tiempo sino de conseguir una chacrita, una casita…
LOCUTOR- Ahora transmitiremos una marcha, mientras esperamos la llegada del mensaje que el presidente Héctor Verdoso ha anunciado para tranquilizar a la ciudadanía.
PREFECTO-(APAGA LA RADIO). ¡Nada de marchas! (REFLEXIONA) Sera un mensaje deslumbrante. ¡Qué talento oratorio tiene ese señor! Un verdadero letrado. (SE COGE LA FRENTE) ¡Que dolor de cabeza Dios, y a las ocho de la mañana!
GOBERNADOR- (APARECE A LA CARRERA) ¡Todo arreglado! (RESUELLA)
PREFECTO- ¡Pero hable!
GOBERNADOR- ¡Figúrese usted, con la justas! Le estaba entregando ya el telegrama a la empleada, cuando llego el alcalde. ¡Se lo tuve que arrancar de las manos! ¡Uf, que carreras. En fin, todo se arregló… ¿Quiere decir entonces que no ha pasado nada?
PREFECTO- ¿Cómo que nada? ¿Le parece poco que ese felón militar, como se llama, ese Chumpitaz, haya intentado darle un golpe artero a nuestro ilustre presidente don Héctor Verdoso? Ah, no, no, no. ¡Yo reclamo contra él una grave sanción! Eso no puede quedar sin castigo. ¡Un fusilamiento! Ya es tiempo de acabar de una vez con estas venales tentativas contra el orden establecido y la constitución. Vea, le voy a dictar otro telegrama.
GOBERNADOR- (SACA UNA LIBRETA). ¡A sus ordenes!
PREFECTO- (MIRANDO EL CIELO RASO, SOLEMNE). “Su excelencia, don Héctor Verdoso…” No, ponga así: “Excelentísimo señor don Héctor Verdoso, Presidente de la Republica del Perú. Stop. (PAUSA) Autoridades Huanta y encabezadas Prefecto Sandia aplauden gran lección civismo dada viles usurpadores poder legítimo. Stop. Felicitan mandatario valiente actitud. Stop”. ¡Espere! Añada usted: “Exigimos castigo felón militar”. ¡Listo!
GOBERNADOR- (TERMINADO DE ESCRIBIR). Listo. En el acto voy a despacharlo. (SE RETIRA)
PREFECTO- ¡Increíble! ¡Que mañana! Y todavía hay miserables que dicen que los prefectos se pasan la gran vida. Como si a pesar de la lejanía no viviéramos nosotros intensamente las pulsaciones más íntimas de la patria, que nos llegan por los aires a través de las ondas. (MIRA EL RADIO) ¡Ah, el comienzo. (SE ACERCA AL RADIO). De rodillas, se lo escuchare, don Héctor Verdoso, de rodillas, como la misa… (ENCIENDE LA RADIO).
LOCUTOR- ¡Radio Nacional informa! Dentro de unos instantes les transmitiremos en directo desde el palacio de gobierno el mensaje a la nación del presidente Héctor Verdoso.
PREFECTO- (EMOCIONADO). De rodillas… (PONE UNA RODILLA EN TIERRA)
LOCUTOR- ¡Don Héctor Verdoso se acerca en este momento al micro para leer su mensaje a la nación!... (VOZ CON TREMOLO DEL PRESIDENTE). “Ciudadanos: en mi calidad de presidente electo de la republica del Perú, debo dirigirme a ustedes en estos álgidos momentos para informarles de los graves acontecimientos que se desarrollaron esta mañana en palacio…
PREFECTO- ¡Adelante, patricio!
VOZ PRESIDENCIAL- “Un subalterno mío, el general Camilo Chumpitaz…”
PREFECTO- ¡Un felón, un desgraciado!
VOZ PRESIDENCIAL- “…que hasta ahora me había dado muestra de la mayor fidelidad, ingreso esta mañana a palacio al frente de la división blindada, para exigirme que deponga el poder en sus manos, y yo, depositario del mandato popular…
PREFECTO- Del mío, del de todo el pueblo…
VOZ PRESIDENCIAL- “… me negué enérgicamente a satisfacer su pedido, pero ante la insistencia del citado general…”
PREFECTO- ¡Ay!
VOZ PRESIDENCIAL- “me vi obligado…”
PREFECTO- ¡Dios mío!
VOZ PRESIDENCIAL- “… a acceder a su demanda y a dimitir de la presidencia de la republica…”
PREFECTO- (SE PONE DE PIE) ¡Cobarde!
VOZ PRESIDENCIAL- “… En consecuencia, recomiendo serenidad a la ciudadanía…”
PREFECTO- ¡Que ciudadanía, que serenidad!
VOZ PRESIDENCIAL- “… y les pido que respeten la voluntad…”
PREFECTO- (APAGA EL RADIO) ¡Que te cuelguen imbécil!
ALCALDE- (ENTRA, SONRIENTE, SATISFECHO). Bueno, lo cogí antes que pusiera el telegrama… (SE SIENTA EN EL SILLON ABANICANDOSE CON EL PERIODICO). De modo que hemos tenido suerte y que ese generalote se encontró con la horma de su zapato…
PREFECTO- (IRRITADO) ¿Qué generalote?
ALCALDE- Ese… ¿Cómo era? Ese Chumpitaz, el que quiso deponer a nuestro ilustre presidente verdoso…
PREFECTO- ¿Ilustre señor Verdoso? Pero, ¿Se da cuenta de lo que está diciendo?
ALCALDE- (DESCONCERTADO). Creo haber entendido que nuestro mandatario…
PREFECTO- (GRITANDO) ¡Era un incapaz, un cobarde, un canalla, un vestido de frac…!
ALCALDE- Pero, entonces, ¿y ese militar que pretendía…?
PREFECTO- ¡No pretendía nada! Estaba en su derecho… (AVANZANDO HACIA EL ALCALDE). Señor alcalde, ¿Cómo se atreve usted? (FURIOSO). ¡Lo voy a ahorcar, lo voy a descuartizar! ¿Cómo se atreve a expresarse así de nuestro presidente el heroico, el patricio general Camilo Chumpitaz? ¡Corra usted!
ALCALDE- (SE PONE DE PIE) ¿Adonde? ¡No entiendo nada!
PREFECTO- ¡El correo!... ¡Agarre al gobernador, métale un tiro, pero que no ponga el telegrama!
ALCALDE- ¿Otra vez? Pero si enantes…
PREFECTO- ¡No pregunte nada! Corra usted, vuele… (EL ALCALDE SALE CORRIENDO). ¡Uf, que gente está, pierde la cabeza, se ofusca, se enreda… y encima dice “el general Chumpitaz”, este patán en lugar de ”nuestro magnánimo, alejandrino, nuestro… ah, no se ya cómo llamarlo… (MIRANDO LA RADIO). Seguramente hablara por radio. (SE ACERCA Y ENCIENDE EL BOTON). Escuchare su voz, pero no de rodillas, sino cuadrado marcialmente, como un obediente soldado. (SE CUADRA)
LOCUTOR- ¡Últimas noticias! Comunicado oficial: Tenemos que informar a la nación que la dimisión del señor presidente no ha sido aceptada por el grueso de las fuerzas armadas y que el general Chumpitaz fue detenido cuando se ceñía la banda presidencial y enviado al Frontón, donde esperara ser juzgado por una corte marcial.
PREFECTO- (COGIENDOSE LA CABEZA) ¡No! ¡No puede ser! ¡Me estoy volviendo loco! (CORRE HACIA LA PUERTA) ¡Señor alcalde! ¡Señor gobernador! (REGRESA AL CENTRO DE LA OFICINA) ¡Ay! ¡El telegrama! ¡Que no lo ponga!... ¡Si, que lo ponga! (TRATA DE PARARSE ARRIBA DE LA MESA) ¡Que viva el general! ¡Oh, perdón que viva Héctor Verdoso! (SALTA DE UN LADO PARA OTRO LADO) ¡Que se vayan todos al diablo! (SE TIRA SOBRE EL SILLON) ¡Que me dejen dormir! (SE SIENTA EN EL SILLON, MIRANDO AL PUBLICO). Un general por aquí, un civil por allá… (SE QUEJA) ¡Ay, ay, aaaay!
Paris, 1965
TELON





EL INDIO MACHO
Autor: Víctor Martínez Málaga
Personajes:
Un indio medio refinado
Un Chacarero
Un policía
Y una frutera
ESCENA PRIMERA
EL INDIO, MAS O MENOS BORRACHO
INDIO: (CONTRARIADO) ¡Carambas, hombre! Me escapao de un jarana, como se pede. Pero me escapao con ona pena de la jijuna! ¿A quién no va calintar qui el endeo chosco, ese del Brian, se conqueste a todas las mochachas que yo me simpatezo? Yo calinta el agua para que il moy sinverguinza se lu tome sin saber leyer ni escreber…
ESCENA SEGUNDA
DICHOS. UNA FRUTERA CONDUCIENDO SUS RESPECTIVAS CANASTA CON FRUTAS.
FRUTERA: (PREGONANDO EN VOZ ALTA) Agárrame la fruta, los plátanos, las naranjas…
INDIO: (ENTUSIASMADO) Incantado de la veda, mamaceta linda, yo te agarro il fruta piro no te las compro.
FRUTERA: ¿Qué le pasa a este indio? ¡Trae pa aca! ¡Qué buena lisura, eh!
INDIO: No te calentes me quereda estrella de cenema. To pides que ti agarren il fruta, piro no qui te la compren. Y permeteme qui te dega que a me no me gosta istropiar il castellanu.
FRUTERA: ¡Pedazo de indio asqueroso. Lo que yo quiero decirte, es que me compres la fruta!
INDIO: ¡Ahh!... Esu is otra cosa. No hay qui confonder comprar con agarrar. Oma cosa is: Francesco de Ases y otra cosa, ¿Qui haces Francesco? Yo hi estodiado analeses…
FRUTERA: Bueno… bueno… Mejor será que me compres la fruta y de dejes de estarme chamullándome tanto, que pareces político.
INDIO: Uye, uye me queleda reyna, piro de carnaval. Debes sabir qui yo solo como frota coando me convedan, o coando me la dan de feado. Ase qui podes escoger.
FRUTERA: Ja… ja… ¡Por su linda cara le van a regalar fruta al indio cuchi este!...
INDIO:!Uy, uy, uy dijate de vecios, ah! A me no gustar los vecios. ¡ Qui is esu de endio, endio a cada ratu y cuchi todavea, ah?... Endio soy porqui soy ben piruano e me sientu moy orgulloso de sirlo. Peru no soy cuchi! ¡ To si no ires piruana, mandate a trotar a to patria e no te vingas a cumer il pan del endeo, ah! ¡Qui caragos!
FRUTERA: (SE RIE) Jajajaja… se calentó el indio, ese… jajajaja.
ESCENA TERCERA
(DICHOS Y CHACARERO QUE SE PONE EN ACTITUD DE COMPRAR FRUTA. HARA MIMICA MIENTRA EL INDIO MONOLOGA)
INDIO: Ono e nada mas qui ono tiene la colpa di dárselo il confianza a las mojires. A la mojir hay qui tinerla dentro de la mas cumpleta egnorancea, porqui coandu se le ceveleza on poquiteto (INDICANDO EL TAMAÑO CON EL DEDO PULGAR E INDICE) ase un más, si li van al hombri encema y quierin abosar del modo qui lis da la gana pur esu a las mujeres yo las tengu (PISOTEANDO EL SUELO) in la zuila de mes zapatu…
FRUTERA: Ya vio lo que dice…
CHACARERO: Dejalo noma. No le hagáis caso. ¿No ves que los indios cuando están medio tomados son asi?... se creen gente.
INDIO: (INDIGNADO) ¡Uy, uy, lonco cara di paeche! No ti metas conmego purqui te vuy a dar tu chequeta.
FRUTERA: No le conteste nada a ese indio refinado.
INDIO: ¡Coidao frotera cara de pacae! Yu soy refenado, piro a ustides lis falta refenarse mas para miterse conmego.
FRUTERA: No le digo… será mejor que busque a un policía… esto no se queda asi. (MUTIS)
CHACARERO: Deja no más que yo mointe en colera y va a ver lo que le pasara a este indio.
INDIO: ¡ Qui mi va a pasar a me, so borro!... ah.
CHACARERO: Cuidado indio, no será que te salga el tiro por la culata y….
INDIO: ¡Por so colota de oste si saldrá!... que carago.
CHACARERO: Mira indiecito macta… no te metas…
INDIO: ¡Macta!... ¡jajajaja!... ¿Sabes qui quiere decer macta, en quichua? … Macta quire decer : Jovenceto lendo…chorrisimu…. Pepa…ih qui ensolto is isi, ahh…jajajaja
CHACARERO: No me sigas molestando la paciencia, porque ahorita del primer golpe te ….
INDIO: Nu degas cheste… qui si me quita il coraje qui tingo….jajajaja…
CHACARERO: (MOLESTO) Que por culpa de estos indios, el Perú esta tan atrasado… todavía hay que verlos como son tan lisos. Y no sé de donde sale tantos indios como llama en pampa. Si a estos hace falta matarlos a todititos o conquistarlos nuevamente para que se arreglen.
INDIO: ¡Uy, uy, uy! ¡Pare to canoa on mominto! Me lo vas a contistar, categorecaminte, a ona sola pregunta…Deme ¿Di dondi ires to? ¿Di qui naceonaledad ires?
CHACARERO: Debes saber que yo soy peruano, pero por la gracia de Dios y de mi abuela, felizmente tengo sangre española.
INDIO: Jajaja! E deme ¿Porqui no ti aprovichas la sangri di to abuila e ti conquista a los endios?... ¿ah?
CHACARERO: ¿Y por qué no pues? ¿Qué crees que no vamos a poder hacerle el favor?
INDIO: ¿Favur?...!Callati!... Estoy siguru di qui no iris capaz di conquistar a la Magale Medena (SE NOMBRARA A UN PERSONAJE POPULAR DE LA ACTUALIDAD) e vas a viner a conquistar a humbres machos como yo… ¡Qui caragos!
CHACARERO: ¿Hombres machos?... jajajaja… Indios maricones querrás decir.
INDIO: ¡Goarda, goarda!... to nu mi conocis lu sufecente para qui ti tomis isas cunfianzas e me toquis me honor propio.
CHACARERO: Para que te calientas. ¿Quieres que te pruebe que son maricones?
INDIO: ¡Yasta! Proibamelu enmediataminte, porqui si nu ahureteteta chopas (LE MUESTRA LOS PUÑOS)
CHACARERO: (BURLANDOSE) ¡Chopas!... chopas. ¿Por qué no dices chupas? Indio sonzo…
INDIO: (AMARGO) ¿Qui cosa? ¿Indio sonzo dejestes? ¡Ahoreta se me acabu la paciancea!
(COLERICO EN ACTITUD DE PELEAR) ¡Coadrati, cholo ordenario, ahorita se mi agota la peta!
(INICIAN LA PELEA)
ESCENA CUARTA
DICHOS. LA FRUTERA Y UN POLICIA
INDIO: (SORPRENDIDO) ¡Me madri! ¡Habir llamadu al cachacu ista frutira condinada!
FRUTERA (SEÑALANDO AL INDIO) Ahí está. Ese es…
POLICIA: (DIRIGIENDOSE AL INDIO) ¡Oye!... ¿Qué es lo que ha pasado aca?
INDIO: Mera, siñor polecea, li voy a cuntar toiteto lu qui pasa. Disde haci mochesemo tempo ista endevedua me ista inamorando y a me nu mi gosta. Nu is me tepo di mojer. Y comu nu li hagu casu, dondi mi incuintra, mi molista tantu…
FRUTERA: (SORPRENDIDA) ¡Ay!... ¡Qué gran mentira!… ¡Si a este indio no lo conozco ni en pelea de perros!... ¡Y quien se va a fijar en semejante indio asqueroso! (LE DA UN FUERTE EMPUJON, AL INDIO QUE CAE)
INDIO: (REPONIENDOSE) ¿Vis, polecea? ¿Cómu agrava il setoacion?... ¡Piro, nu ti doy a dar para lus pañalis!
POLICIA: Bueno… bueno…
FRUTERA: ¡Si esto es para morirse de un coleron! (LLORA)
POLICIA: ¿Cómo diantres voy a saber la verdad de todo?
CHACARERO: ¡Que tal frescura del indio sucio, ese!
INDIO:!Selencio! ¡Aureteta ti mando al hospital (SE LE VA ENCIMA Y EL POLICIA LE MANDA UN PALAZO)
POLICIA: ¡Basta!... ¡He, dicho que basta!!!!
FRUTERA: Mirenlo, todavía tan liso el indio panadero ese…
INDIO:!Qui i siso di panaderu! ¡Panefecador se dice!
CHACARERO: Agradece al tombo, que si no te mando a la puna…
POLICIA: (COLERICO) ¡Que es eso de tombo!!!!!... mayor respeto a la autoridad…
CHACARERO: Este…no
POLICIA: ¡Acompáñame a la comisaria, inmediatamente!
CHACARERO: (LUSTRANDOLE LAS BOTAS) Pero señor…. Yo… No era mi intensión…
INDIO:!Jajajajajaja! ¿No les desea?
POLICIA: Paso ligero…marche… Un dos… un dos
FRUTERA: Se ha equivocado usted… discúlpelo (LE DA UNA FRUTA)
POLICIA: Que cosa sobornando a la autoridad… usted, también para adentro…
INDIO: Qui si la llive enmediatamente a la frutira corrupta…
FRUTERA: Pero señor doctor… mi comandante… mi coronelcito…
POLICIA: Paso ligero los dos. Marchen (mutis)
ESCENA ÚLTIMA
DICHOS. LA MUJER DEL INDIO.
INDIO: Ahí está, il polecea como buin piruano si lo carga a lus dos… ahura soy duiño dil situación, e loigo si doda di la capacedad intelectual e fotogeneca del endio… jajajaja… porqui yo soy ben macho…
MUJER: (APLAUDE) Jajajaja… bien macho… ya pa la casa (LO AGARRA DEL CUELLO)
INDIO: Mi amur… mi coranzonsote…
MUJER: Nada di mi amur… ona simana sen comir nus has dejau… todu por jaranearte… ahura vas a vir… mal esposu….
INDIO: Solu quiria on final feliz peru ahora mi toco pirdir(SALE CORRIENDO DETRA SU MUJER CON UN PALO)
TELON


Adaptación: WilliamMoises






Comentarios

Entradas más populares de este blog

"Al maestro con cariño"

Teatro breve definicion

Historia Teatral