Semblanzas Teatrales

Desde el año 1,997 en Chancay, se aperturo la presencia de Promotores Teatrales en las diversas Instituciones Educativas de Nuestro Distrito Histórico Jóvenes egresados de las aulas, otros seguidores aficionados al teatro, se reunieron para gestar un proyecto que contaba con la venia del Alcalde de Turno y dirigidos por el Maestro Rolando Ortiz Vasquez. Desde aquel momento mis pasos primigenios se llenaron con el polvo del entusiasmo y poco a poco ingresaba en el difícil mundo de la docencia o de la indiferencia, en fin; siempre anduve entre luces, maquillajes, utilerias e indicaciones del Maestro Ortiz. Ahora, estaba solo en un mundo análogo al quehacer del actor ante el publico, es decir; profesor-alumno y ante tal responsabilidad empece a investigar y estudiar en la web todo referente a la promotoria y a la docencia teatral en el aula.

Peralvillo, un centro poblado a unos cuatro kilómetros al sur de Chancay, era el punto de inicio-el primer pasito, ya camina-resonaba en mi cabeza, sin embargo al trasponer la puerta del cole y quedar atrapado entre cuatro paredes, estar al frente de la autoridad máxima El Director. Me recordaba mi epoca escolar, cuando a lo mas indisciplinados lo traían a la dirección pero esta vez no estaba por dicho motivo. Pronto se hizo un breve silencio que parecía una eternidad, mientra el director, pequeño de estatura, de mirada lejana quizás soñadora que se traslucía a través de lo gruesos cristales de su lente, leia una y varias veces mis antecedentes, un pequeño resumen a modo de carta de presentación con todos mis datos principales y el plan de trabajo a realizar en su plantel-el maestro Rolando Ortiz obvio en nuestra preparación dichas herramientas, solo se aboco a prepararnos en saber dirigir un elenco-de pronto el silencio fue roto con un-Puede empezar señor profesor-luego llamo a una profesora y a un lado le dio las indicaciones-Campos, la profesora le llevara a las aulas para que comience a laborar. Y así empece a caminar pero tenia que caer y gatear para después caminar firme.

Histórica Plaza de Armas de Chancay

Así han pasado, casi muchos años en que el telón se abrió a través de esta herramienta llamada blog, con el firme objetivo de difundir todo el arte teatral de Chancay y por supuesto lo que hago, converse con algunos teatristas sobre el proyecto y a sumarse con el envió de sus actividades teatrales, como que lo tomaron como una broma, hoy ya es realidad y estoy añadiendo algunas recomendaciones técnica para el actor y el director teatral, asimismo; autores peruanos y extranjeros, amigos de México que humildemente me enviaron sus textos y lógicamente les envié las mías, este intercambio fortaleció la amistad entre nuestros países. Aun como la primera vez, el polvo en mis zapatos, es muestra de que el camino es duro y la satisfacción es grande cuando al final se ha cumplido con mostrar todo lo que ofrece mi amado distrito de Chancay al mundo.

Quiero, rendir homenaje con la inclusión de los aportes de teatristas que contribuyen al engrandecimiento del teatro escolar en los diferentes niveles, también la actividad teatral de grupos y personas no de mi distrito, si no de todo el Perú.

Aqui la muestra de un pequeño trabajo en la IE Augusto Salazar Bondy, con un texto ligero de autor anonimo

Vivir en la calle Conesa
PERSONAJES
Empleado
Cliente

(LA ESCENA TRANSCURRE EN EL INTERIOR DE UNA OFICINA. HAY UN EMPLEADO SENTADO ATRÁS DE UN ESCRITORIO Y EN LAS PAREDES SE VEN FOTOGRAFÍAS DE EDIFICIOS DE DEPARTAMENTOS Y CASAS. ENTRA UN CLIENTE.)
EMPLEADO: Buenos días, señor.
CLIENTE: Buenos días. Quisiera comprar una casa.
EMPLEADO: Muy bien. (TOMA UNA CARPETA.) ¿Qué clase de casa? ¿Le interesa una casa de dos plantas?
CLIENTE: ¿Una casa de dos plantas? No sé, a mí me gustan mucho las plantas, me encanta el verde, así que pensaba tener unas cuantas. Seguro más de dos.
EMPLEADO: No, señor, yo me refería a una casa con una planta baja y una planta alta.
CLIENTE: ¿Una casa con sólo dos plantas, una baja y otra alta? No, no, no, yo quiero tener plantas de muchas clases, grandes, chicas, altas, medianas, y si es posible que algunas tengan flores.
EMPLEADO: Señor, yo le estaba ofreciendo una casa con una planta baja y un piso.
CLIENTE: ¿Cómo? Hace un momento me dijo que era una casa de dos plantas, y ahora me dice que tiene una planta baja y un piso. Que tenga un piso está bien, porque con uno para pisar me alcanza. Pero no quiero una casa con una sola planta y encima, baja. Ya le dije que me gustan mucho las plantas.
EMPLEADO: (UN POCO NERVIOSO.) Está bien, está bien, usted puede tener todas las plantas que quiera. (HOJEA LA CARPETA.) Le voy a buscar una casa una casa muy amplia, con mucho espacio para plantas.
CLIENTE: Además, me gustaría una casa en un lugar tranquilo.
EMPLEADO: Muy bien, voy a buscar una casa que no tenga nada de ruido.
CLIENTE: Por supuesto, ¡cómo voy a querer ir a un lugar derruido!
EMPLEADO: Señor, dije una casa que no tenga nada de ruido.
CLIENTE: Pero claro, ¿usted cree que voy a ir a vivir a una pocilga, a un lugar derruido?
EMPLEADO: No, no, de ninguna manera. Le voy a ofrecer una casa tranquila, en una calle sin nada de... en una calle sin ruido y que no tenga nada derruido, que esté en perfectas condiciones.
CLIENTE: Eso es. Y que esté bien ubicada. Para mí es muy importante que la ubicación sea buena.
EMPLEADO: ¿Le gustaría vivir en la calle Conesa?
CLIENTE: ¿En la calle con ésa?
EMPLEADO: Sí, Conesa.
CLIENTE: ¿Con ésa?
EMPLEADO: Sí, dije Conesa.
CLIENTE: Pero, ¿se puede saber con quién? (MIRA HACIA TODOS LADOS COMO BUSCANDO A ALGUIEN.) ¿Quién es ésa? ¿De qué me está hablando?
EMPLEADO: Señor, le estoy hablando de vivir en la calle Conesa.
CLIENTE: (GRITANDO.) ¡Mire, yo no quiero vivir en la calle! ¡Justamente por eso vengo a comprar una casa! ¡Y tampoco quiero vivir con ésa, que ni sé quién es!
EMPLEADO: Bueno, bueno, cálmese, por favor. Si no quiere vivir en la calle Conesa le puedo ofrecer otra cosa.
CLIENTE: Sí, sí, mejor ofrézcame otra cosa.
EMPLEADO: (HOJEANDO LA CARPETA.) Bueno, acá tengo algo interesante.
CLIENTE: ¿En qué calle queda?
EMPLEADO: Callao.
CLIENTE: ¿Qué dice?
EMPLEADO: Callao.
CLIENTE: ¿Qué?
EMPLEADO: ¡Callao, señor! ¡Callao!
CLIENTE: ¡De ninguna manera, no me callo nada! ¡Esto es el colmo! Vengo a comprar una casa, primero me quiere vender una donde sólo puedo tener dos plantas, después me quiere mandar a vivir a la calle con ésa que ni sé quién es y ahora me dice que me calle. Mire, señor, mejor me voy de acá. (GRITANDO.) ¡Y si usted cree que me puede interesar vivir en la calle con ésa, le aconsejo que se haga revisar la cabeza!

Foto año 2004